sábado, 12 de junio de 2010

Ayer durante el día chateamos un poco por facebook, pero nada interesante. Y al rato de llegar a casa recibo un mensajito de él. Conclusión: media hora después está en casa.
Otra vez no pude arreglarme demasiado, lo básico. Afortunadamente la casa la había dejado bastante bien el día anterior. Pero la heladera vacía.
Charlamos un rato, me hizo reir con sus historias y sus opiniones tan políticamente incorrectas. De repente me da un beso. Qué lindo beso. Me acuerdo y suspiro.
No sé cómo describirlo, es un tipo tan distinto.
Un rato después en la cama. Estuvo increible. Es maravilloso.
Las hijas mandándoles mensajitos y yo me imaginaba como debe ser tener un padre como él, que extraño, el mío es completamente distinto.
Y sexo, sexo y más sexo. Pero llenos de besos dulces y caricias y mimos.
Televisión, cocacola, papas fritas, cigarrillos y más historias alocadas.
Yo voy de frente, nunca me salió la estratega. Si quiero cojer, cojo. Además se que con él no da más que para una relación de amantes. Lo único que espero es que no haya terminado ya, quiero un poco más de él. De sus locuras, sus besos, su piel suave y su experiencia en la cama. Me acuerdo de anoche y suspiro. Quiero más.

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