jueves, 15 de julio de 2010

Qué día raro.

Lo empecé radiante por la ley del matrimonio para todos y todas. Ayer, después del cumple de madre, intenté quedarme hasta el final con la televisión y los senadores, pero no aguanté.
Fui al médico, me hice el electrocardiograma que me pidió la psiquiatra para ir terminando de una vez con todas esas cosas pendientes que tanta fiaca me dieron siempre. Salió impecable y encima me tocó un médico muy copado.
También iba a hacerme las radiografías como para que mañana cuando salga de la ginecóloga esté todo terminado. Pero como me estuve mandando cagadas con The Man, hasta que no me venga no me las hago. Que me venga, por dior! Fuera de joda, lo que menos quiero en este momento de mi vida es un hijo.

Antes de ir al laburo pasé por McDonald's y me pedí un tostado y un cafe con leche. Podría vivir de esos desayunos. Fue algo rápido pero lindo, esas pequeñas cosas que salen de la rutina.

Seguí radiante y feliz hasta que llegó al laburo mi compañero de oficina. Es un tipo muy complicado, buena persona pero con un caracter de mierda y a veces bastante desubicado. Está con un bajón grave y ayer me bardió, pero hoy entendió mal una actitud mía y terminó diciéndome a los gritos: tarada, forra y pelotuda.
Lloré escondido un largo rato. Primero por la impotencia porque con él pese a su mierda constante soy muy buena onda pero después, como nunca lloro, terminé largando lágrimas por cosas que ni siquiera se. Finalmente me pidió perdón.

Uno de los motivos que me hacían llorar más era no tener a Luca conmigo. Pero la vida es tan puta que cuando estaba mejor me llamó para decirme que se fue de la Comunidad Terapéutica. Ahora está acá conmigo y recién lloré por tenerlo. No es así como quiero tenerlo. Veremos que pasa, ojalá vuelva a internarse. Tiembla mi salud mental.

Y The Man con el argumento de estar enfermo me está descuidando mucho. Por hoy le salvamos la cabeza porque su saludo de buen día fue: "hola linda mia". El tema fue el "mia", obvio. Sí, a veces puedo ser tan ingenua como una quinceañera enamorada.

Tengo ganas de acostarme temprano y que llegue mañana y las cosas estén mejores y más claras. Venía muy bien, quiero seguir así. Al menos que la ginecóloga me diga que está todo bien porque mis análisis de orina no fueron ideales.

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