martes, 24 de agosto de 2010

Para mi siempre lo más feo del fin de las relaciones, incluso en este tipo de relación que teníamos con The Man, es las ganas que quedan de hacer cosas. Simples en este caso por lo simple del vínculo. Pero están y me apretujan un poco adentro aunque justamente por esas mínimas cosas que no se podían ni se hubieran podido hacer es que ya no hay vínculo ni va a volver a haberlo.
Pero charlar de eso qué pasó y de como te sentís.
Que revivas las anécdotas conmigo.
Ir a esa feria, comer en ese restaurante.
Disfrutar de un combo una vez más.
Boludeces.
Pero sin duda lo peor es la indiferencia. Ni un pedido de disculpas ni una muestra de interés de por qué no quiero verlo más.
Triste, pero sirve porque me hace saber que él era una total pérdida de tiempo. Y yo ya perdí demasiado en mi vida, no puedo perder más.

No hay comentarios: