miércoles, 1 de septiembre de 2010

A veces los sueños son peligrosos, traicioneros.
Me di mi primer beso en el año 97 con M. El se entusiasmó, creo que porque también era su primer beso, y me propuso que sea su novia, yo acepté. Me empezó a llamar todos los días y quería verme todo el tiempo, pero no era mutuo y solo salimos una vez. Cuando me cansé de poner excusas le dije a mi hermana que la próxima vez que llamase le diga que me había ido a Mar del Plata y que volvía en marzo.
Cuando empezaron las clases al año siguiente, uno de mis amigos me dijo que lo había visto y que le había pedido que me diga que estaba todo bien y que si quería nos veíamos. Yo no quise y nunca más le di señales de vida.
Para agosto de ese año, iba con mis amigas en un taxi hacia Libertad a comprar un regalo para una fiesta de 15 y pasé por la cuadra de su colegio y lo vi desde el vehículo. Con las chicas recordamos y nos reímos. Pero dos días después soñé con él y no pude sacármelo de la cabeza así que retomé el contacto.
Me terminé enamorado pero a mi manera, una manera insalubre para cualquiera. Y, después de muchas cagadas (más) mías, el ya no pudo tomarme enserio pero yo seguí enamorada. Estuvimos siete años entre idas y vueltas, peleas, y todo tipo de cosas que hacen a una relación enfermiza.
El volvió de la nada a mi vida por un sueño, un sueño traicionero que me costó mucho dolor y sufrimiento hasta que pude olvidarlo y cortar esa relación para siempre.

Anoche soñé con The Man. Se había cortado el pelo y parecía más joven. Yo iba a Giles a una charla que daba él. Durante la charla no me veía pero cuando terminaba sí y se acercaba a saludarme. Estaba muy simpático y me terminaba pidiendo de buscar un hotel por el lugar que ambos desconocíamos para estar juntos. Yo le decía que no pero no aguantaba las ganas, él estaba hermoso, irresistible. De todo modos yo seguía insistiendo con que no y, no se cómo ni por qué, terminábamos en el piso de lugar jugando a que nos pegábamos, así, en broma. La gente no entendía nada y él explicaba que eramos amigos y nos conocíamos hace mucho tiempo. Yo le reconocía que había ido hasta allá por él porque lo extrañaba. El sueño terminó por ahi o no, pero no recuerdo más.

Ahora tengo esa sensación de extrañarlo, de querer que él sea como en el sueño y todas esas mierdas que hacen que la realidad se distorcione. Sin embargo sigo tratando de mantenerme fuerte y de cortar el lazo con él que no es más que producto de mi generosa imaginación.
Por momentos se hace difícil, pero seguimos en la misma postura.

Me di cuenta que no es que lo extraño a él sino que quiero tener algo lindo con alguien. Y que por como soy yo, tengo miedo de que eso tarde en pasar o no pase y siga siempre con las relaciones enfermizas. Pero estoy ansiosa por vivir otra vez algo lindo, mutuo, algo que me haga bien. Y la ansiedad sabemos por demás que no es nada buena.

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